Sunday 22 April 2007

¿Qué pensaría Cortázar de todo esto?



La verdad, ni idea... Seguro que habéis visto un anuncio en televisión en el que un bien simulado Cortázar habla sobre el despróposito de "poseer" un reloj mientras un apuesto y presumiblemente adinerado joven de bien conduce un coche, no recuerdo de qué marca.




Es de agradecer que un spot se base en el escritor, nos deje escuchar sus erres arrastradas, su voz grave y cadenciosa y una especie de resumen de una de sus obras. Lo triste es que -aun a riesgo de simplificar demasiado- se utilice a uno de los más grandes cuentistas -y lo digo en el mejor de los sentidos- para anunciar un coche. Él, que decidió que la mejor manera de recorrer Francia junto a su mujer era hacerlo en una vieja furgoneta roja. Paradojas del destino, utilizar la crítica a la posesión y el lamento ante el paso del tiempo para vender el último modelo de automóvil. No podemos negar, al menos, el buen gusto literario de los creadores del anuncio al elegir el "Preámbulo a las instrucciones para dar cuerda a un reloj". Simplemente brillante:






Preámbulo a las instrucciones para dar cuerda a un reloj:
Piensa en esto: cuando te regalan un reloj te regalan un pequeño infierno florido, una cadena de rosas, un calabozo de aire. No te dan solamente el reloj, que los cumplas muy felices y esperamos que te dure porque es de buena marca, suizo con áncora de rubíes; no te regalan solamente ese menudo picapedrero que te atarás a la muñeca y pasearás contigo. Te regalan —no lo saben, lo terrible es que no lo saben—, te regalan un nuevo pedazo frágil y precario de ti mismo, algo que es tuyo pero no es tu cuerpo, que hay que atar a tu cuerpo con su correa como un bracito desesperado colgándose de tu muñeca. Te regalan la necesidad de darle cuerda todos los días, la obligación de darle cuerda para que siga siendo un reloj; te regalan la obsesión de atender a la hora exacta en las vitrinas de las joyerías, en el anuncio por la radio, en el servicio telefónico. Te regalan el miedo de perderlo, de que te lo roben, de que se te caiga al suelo y se rompa. Te regalan su marca, y la seguridad de que es una marca mejor que las otras, te regalan la tendencia de comparar tu reloj con los demás relojes. No te regalan un reloj, tú eres el regalado, a ti te ofrecen para el cumpleaños del reloj.


6 comments:

Maccready said...

¡ Que portento !

Andadandara

Vladímir Ilich Uliánov said...

Pues el pobre cortázar se tendría que unir al club de los que se revuelven en su tumba gracias a los publicistas. Como no son capaces de inventar nada nuevo, copian y denostan las grandes o pequeñas obras de arte que ya existen. Putos aficionados!

Maccready said...

Hmmm... No deja de entrañar cierta "belleza" el vender un producto (además caro y elitista "de marca") mediante una crítica amarga a la posesión (y al comercio competitivo)

Hay una palabra que suena muy bién en Argentina y Urugay para estos casos, y es:

Hijos de Puta

Cabrones

Hijos de Puta

Lenin said...
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Lenin said...

http://etc.territoriocreativo.es/photos/
uncategorized/ultima_cena_marithe.jpg

Pues eso, otro ejemplo de creatividad pasmosa ¬¬

Cute Greta said...

Bah están locos. Este hombre era superhippie, idealista. Es una lástima que la única referencia que vaya a quedar para mucha gente es "que sale en el anuncio de los relojes". Para que le conozcan por eso mejor que no tengan ni idea de quien es.