Thursday 31 May 2007

Exámenes de junio

Hoy intentaba buscar algo con lo que distraerme para no estudiar y pensé un poco:

1.- Me parece muy mal la cuestión "exámenes". Si mis compañeros estudian más que yo -debido, muy probablemente, a que ellos ni cursan otros estudios ni trabajan- serán periodistas aun cuando se atreven a llegar a clase para discutir con un profesor mantiendo las tesis de que Cien años de soledad es una basura y que no entienden por qué habrían de leerla; que los Óscar no son un evento periodístico y, que por lo tanto, se la trae al pairo; y que el Rey León es tan nazi como el alemán ese que se llamaba... en fin, ese alemán (ese alemán es la señora Rieffenstal, Leni Rieffenstal).

2.- Me troncho con lo de Espe jode lo que somos - reflect of what we are. No lo había visto hasta hoy (en mi casa no se ve Telemadrid) pero me ha encantado. La verdad es que razón no les falta, son el reflejo de lo que son.

3.- Ayer ví en la facultad a Isabel San Sebastián (sí, la pijarda esa de tele espe que habla de ETA cada vez que abre la boca) que iba a dar una conferencia sobre periodismo (aplicado a ETA, supongo) y leí una columna en el ABC que decía que la prensa debería empezar a reírse de las arrugas de Mª Teresa Fernández de la Vega. ¿?. Estoy perpleja.

En definitiva, pienso que me equivoqué completamente con la carrera que estoy a punto de terminar: mis compañeros de promoción son, básicamente, unos marmolillos incultos (es que hay cosas incuestionables... igual que un médico no puede no saber qué es un pie y qué una mano, existen ciertas cosas que deberían ser incuestionables para los periodistas); pero los dinosaurios de la comunicación son incluso peores... anda que en menudo patatal me metí, menudo panorama.

Wednesday 30 May 2007

Mood: confused, crazy, insane. Cansada.

¿Por qué tiene que ser todo tan gris? ¿Por qué no me puedo dedicar simplemente a hacer lo que quiera? ¿Por qué si te sales del camino normal antes o después todo el mundo acaba pensando que estás de la olla? ¿Acaso el hecho de que me vaya a licenciar presumiblemente pronto supone que a partir de ahora debo dedicar mi vida a ello, buscar un trabajo relacionado y pasar cada día un mínimo de 10 horas ejerciendo? ¿Por qué nunca nadie me da la razón al respecto? ¿Por qué me pregunto cada vez más insistemente cómo coño se me ocurrió dedicar 6 añitos a la jodida licenciatura en lugar de decicarlos a ahorrar, o viajar o vete a saber qué si el resultado final es que, a partir de ahora, como tengo que matarme a currar por tres duros ya no puedo hacer otra cosa? ¿Por qué todo el mundo identifica vida y trabajo? ¿Por qué cojones se supone que debemos tener éxito laboral y olvidarnos de tenerlo en el día a día? ¿Acaso nadie estudia una carrera por el simple hecho de estudiarla y adquirir una cultura -aunque en mi caso haya sido mínima-? ¿Será que me está dando una crisis postadolescente a estas alguras, o será que me he vuelto hippie, neohippie o cualquier otra cosa por el estilo? ¿Que el resto de la humanidad piense que eres retrasada, inmadura o infantil significa que lo eres? ¿ALGUIEN SABE CÓMO ACABÓ PETER PAN SUS DÍAS? Necesito saberlo y no tengo el libro. QUIERO IRME A VIVIR A PERÚ O HACERME CORRESPONSAL DE GUERRA EN ORIENTE MEDIO. A tomar por culo.

Wednesday 23 May 2007

No entiendo nada

De nada.

Y me está empezando a dar pereza intentar comprender algo.

De todas formas, no serviría de mucho...

no cambiaría nada.

Tuesday 22 May 2007

Dear folks...




Monday 21 May 2007

Qué será, será

Es increíble lo ameno e interesante que parece todo cuando hay que estudiar: he cosido una cremallera de una falda que llevaba dos años sin sacar del armario, he buscado bolsos viejos, leo emails sin parar, he liado mil pitis -no para fumar, sólo por liarlos-, me veo cualquier truño de la tele, he hecho millones de croquetas y de empanadillas... Y todas ellas me parecen cosas super divertidas. Arggggg.

Friday 18 May 2007

Un beso, intro, yo, intro, becaria, punto.

¿A qué viene esa manía de poner al pie de un mail personal el cargo profesional que uno ostenta? ¿Por qué hay tanta gente que envía un mail a amigos o conocidos para tomar una cerveza y se despide recordándodles que son Ingenieros de sistemas o Directores de comunicación?¿Qué sentido tiene poner tu "mobile" cuando no hablas dos palabras en inglés? ¿No es ridículo que te escriban para felicitar la Navidad y te adjunten el email corporativo?. Jo, me siento naif. A mí me dan bastante igual todas estas cosas... es más, el día que me vaya presentando -en el ámbito personal- como "Hola, soy doctora en periodismo" espero que, si no es porque vaya puestísima, me pegueis dos guantacitos. Porfaplis.

Monday 14 May 2007

De intolerancias, hipocresía y poco aguante

Cada día me asquea más asistir al falso ataque de tolerancia y buenas intenciones que tan de moda está entre los más progres. Aclaro, no es que me esté nazificando de mala manera, es que no soporto ver lo fácil que es para algunas personas presumir de ese afán integrador cuando en realidad no tienen ni la más remota idea de lo que supone ceder un mínimo. Al grano: resulta que mi compañera de trabajo es retrasada mental (sin acritud, es que ella tiene un leve retraso, no lo digo por insultar). Por concretar, ella trabaja en un departamento de seguimiento de medios en el que por unas cosas y por otras sólo trabajó gente rematadamente inútil desde unos meses hacia acá. Se dio la situación que después llegué yo y me encontré el departamento patas arriba, con el trabajo de meses acumulado y saliéndose literalmente de las estanterías... y con la compañera a la que hago referencia como única ayuda para intentar poner en orden algo que, en circunstancias normales, requeriría a tres personas. Acepto el reto. ¿Y qué pasa? Que mi compañera trabaja despacio y pregunta mucho. Ella quiere que haya buen ambiente en la oficina y particularmente en nuestro despacho, así que no deja de hablar y, cuando no habla, pregunta. Está todo el santo día emitiendo palabras. Así a bote pronto cualquiera puede imaginar que es estresante pero no, lo malo no es eso. Lo que me asquea y repugna es ver al resto de los compañeros: la aman, le ríen todas las gracias, la adoran. Claro, ellos bajan muy de cuando en cuando como quien se asoma a ver qué tal van brotando las flores del geranio. Y se van. Y después no paran de llamar por teléfono a preguntarme cómo van las cosas, cuándo acabo sus informes, si he pedido no sé que revista a la editorial, si sé dónde pueden encontrar tal o cual archivo.

Es mi trabajo, pero claro, lo que a mí me molesta es que la quieran tanto pero no sean capaces de ceder un mínimo. Tener un compañero discapacitado supone varias cosas. Supone que el resto de los compañeros son muy tolerantes y que quieren mucho a la compañera porque claro, es la novedad y la prueba viviente de lo integradores que somos. Pero supone también que el trabajo que realiza no es igual que el que realizaría otra persona más capacitada. Por lo tanto, la verdadera tolerancia sería asumirlo... y dejar de bajar a decirle que rica eres -dos minutos al día, tampoco mucho más- para volver a sus sitios, coger el teléfono y acribillarme a mí con sus exigencias.

En fin, que me parecen unos hipócritas y que pienso que si tan maja les parece deberían hacer el esfuerzo de comprender que ella no va a trabajar como cualquier otra persona. No es malo, pero a mí no me pueden exigir que trabaje por tres y que encima de eso esté supervisando continuamente -pero continuamente, oiga- a la chica en cuestión. Coño, así es fácil ser tolerante.